"No permitas, Ángel de la
Guarda, que me avergüence nunca de mis creencias. Dame, Ángel, prudencia y
tacto para saber en cada caso qué es lo que conviene hacer. Te lo pido por
Nuestro Señor Jesucristo. Madre mía Santísima, fuerte como un ejército en orden
de batalla, por intercesión de mi Ángel, no permitas nunca que claudique en el
momento de la tentación. Ayúdame y protégeme para vencer este duro combate
contra el mal. Ahora y siempre te alabe por tu Gracia.
Amén."
No hay comentarios :
Publicar un comentario
Tu comentario es muy importante para nosotros. Gracias por tomarte la molestia. Los Comentarios tipo cadena o que sean inapropiados no seran publicados. Gracias por la comprension.