Los aborígenes australianos tienen dentro de cada tribu un
miembro que hace las funciones de “evocador de sueños”. Ellos creen que,
mediante un ritual, pueden evocar un sueño cuando necesitan ayuda para
comprender una relación, una cuestión de salud o el propósito de alguna
experiencia determinada. El evocador de sueños, además de guiarles en el
ritual, les ayuda a interpretar los sueños que hayan tenido como resultado.
En la antigua Europa, también se tenía en alta consideración
la evocación de sueños. El templo griego de Asclepius se erigió en su origen
como un lugar de gran energía sanadora donde una persona enferma podía acudir,
dormir y tener un sueño intrínsecamente curativo. El rito se fue transformando
a lo largo del tiempo y los encargados del templo, o therapeutes, empezaron a
hacer de intérpretes de las instrucciones sanadoras ocultas en el simbolismo
del sueño.
Fue entonces cuando a los sueños se les atribuyó una fuerza
curativa menor, y pasaron a ser mensajes crípticos que debían ser interpretados
por los terapeutas, los cuales analizaban de un modo adecuado estos comunicados
de los dioses con el propósito de determinar el curso correcto para salir de la
enfermedad.
Una de las mayores pérdidas de nuestra moderna psicología en
su persecución de fundamentos científicos ha sido descartar estas visiones
ancestrales, ya que los sueños de carácter espiritual prevalecen hoy en día
tanto como en los tiempos antiguos.
Miles de personas reportan sueños proféticos, visitas de
familiares y amigos muertos y viajes fuera del cuerpo a localidades lejanas en
la
Tierra o incluso a dimensiones espirituales. Sin embargo son
muchísimas personas más las que simplemente reportan haber recibido inspiración
o advertencias útiles durante sus sueños.
Es un hecho comprobado por la ciencia que todos soñamos. Lo
que ocurre es que no siempre recordamos nuestras experiencias oníricas.
Sin embargo, actualmente tenemos a nuestra disposición
distintas técnicas que nos ayudan a recordarlos de una manera cada vez más
regular y con mayores detalles.
Desde tiempos lejanos, los griegos y los egipcios creían que
algunas personas tenían el poder de dibujar el significado de los sueños, y
hace tiempo en el segundo siglo, trabajos habían sido creados para interpretar
nuestros sueños. En tiempos modernos, entendemos mejor que el mundo de los
sueños es otra realidad con la cual podemos interactuar, e incluso, a medida
que nos vamos volviendo mayores, puede ser mas fácil de no darnos cuenta el
valor de soñar, especialmente en una edad en la que no hacemos caso a nada que
tenga que suene en un tono místico y Freudiano.
De todas maneras, el soñar merece tener un lugar especial en
nuestras vidas porque es una importante parte de quienes somos, previéndonos de
signos y distintas perspectivas en nuestros problemas diarios, todos ofrecidos
a nosotros durante la noche, libre de cargo, si solo nos detenemos a darles
importancia. El interpretar sueños es para todos, no solo para aquellos ya
dedicados a explorar la psiquis y el subconsciente, auto decodificar sueños
puede permitirle a usted ganar acceso a una sabiduría intuitiva.
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