“Aquí yace Tu Amor por el hombre, aquí Me entrego por cada
uno de ellos, aquí en este Madero pende Tu Hijo. ¡Padre! Por amor acepta Mi
reparación por cada uno de ellos, en todos los tiempos. ¡Padre! Perdona a Tu
Pueblo y dale la salvación. Aquí nace Mi Misericordia; en este Madero salvo a
cada pecador arrepentido. No habrá criatura humana verdaderamente arrepentida
que Mi Misericordia no alcance. Aquí yace, Padre, Tu Amor por Tus hijos, aquí,
en Tu Hijo”.