Señor Jesucristo escucha esta suplica de tu siervo, que tu
desde los más altos cielos puedas abrir tu corazón hacia mí. Te pido
humildemente que tu sangre preciosísima me cubra todo de pies a cabeza de la
cual fue derramada en la cruz. Haz que tu sangre preciosa y sagrada sane y cure
cualquier enfermedad que me aflija y me causa dolor. Ven a mí, oh corazón
sagrado de Jesús e ilumina mi corazón para estar lleno de tu amor infinito. Que
tu ardiente presencia aleje de mi las presencias malignas, malas vibras,
hechizos, ataduras, amarres, magia negra, brujería, y otros males que me hacen
sentir mal y hacer el mal a mis prójimos. Que el Espíritu Santo descienda sobre
mí y los rompa y haga pedazos y los lleve hacia el infierno eterno. Haz señor
que no vuela a sufrir de esos males y este bajo tu presencia y sombra hoy y
siempre por los siglos de los siglos.
Amen.
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