PROTEGEME SEÑOR |
Protégeme y bendíceme, Oh Señor Misericordioso.
Sáname en cuerpo, mente y alma, perdóname Señor. Sáname el
alma de las heridas que yo he causado a través de mi pecado. Sana mi corazón de
todo resentimiento, sana mi mente de todo mal pensamiento y de pensamientos
lujuriosos. Sana mi cuerpo de todas mis aflicciones y acepta mi oración de
sanación para mí y para los demás. Pero que no sea mi voluntad Señor, sino la
Tuya.