Por el deseo ardiente de martirio que tuviste y por tu celo
por la propagación de la fe y bien de las almas, alcánzame, Padre mío Martín,
la gracia que te pido.
Padre Nuestro, Avemaría y Gloria.
Por la esperanza heroica que tuviste en alcanzar la
felicidad del cielo por los méritos de la sangre de Cristo, obténme de nuestro
buen Dios el favor que te pido, Padre mío Martín. Padre Nuestro, Avemaría y
Gloria.
Por la caridad con que amaste a Dios, sobre todas las cosas
y socorriste en cualquier necesidad al prójimo, no me dejes desconsolado en
esta aflicción,
Padre mío Martín.
Padre Nuestro, Avemaría y Gloria.
Por las austerísimas penitencias con que discretamente
mortificaste tu alma y cuerpo y por las extraordinarias gracias con que Dios te
auxilió en este ejercicio, consígueme lo que solicito, amado Padre mío Martín.
Padre Nuestro, Avemaría y Gloria.
Por la oración con que salvaste la vida de tres reos
fugitivos y por el celo con que exhortaste a enmendar su conducta, acógeme bajo
tu amparo, amado Padre mío Martín.
Padre Nuestro, Avemaría y Gloria.
Por la compasión con que protegiste a veinte jóvenes pobres
y virtuosas, dotándolas con cuatro mil pesos cada una y por el premio que
alcanzaste de Dios para tu devoto don Mateo, bendiciendo y aumentando sus
riquezas, socórreme, amado Padre mío Martín.
Padre Nuestro, Avemaría y Gloria.
Por el regalo grande que te hizo el Señor Crucificado en la
oración, en el capítulo del convento, elevándote arrodillado hasta besar la
llaga de su costado, dame espíritu de compasión; no me olvides en la presencia
de Dios y concédeme la gracia que solicito en estas deprecaciones.
Padre Nuestro, Avemaría y Gloria.