Señor y Padre Nuestro
que siempre quisiste
visitar la casa de tus amigos, de Abraham,
de Isaac y de Jacob y un día te quedaste a vivir en
la Casa de Nazareth que fue hogar y taller;
te pedimos que también te quedes a vivir en esta casa,
protegiéndola de todo mal, alejando todo ataque del enemigo,
cerrando las puertas a todos los que vinieran con malas
intenciones,
daños, calumnias, divisiones y mentiras;
a fin de que tus hijos te alaben todos los días de su vida
por el pan y el trabajo, por la fe y la esperanza, por la fraternidad y el
amor.
BENDICE SEÑOR ESTA CASA Y DALE EL PERPETUO SOCORRO DE MARÍA.
Amén.