DIOS... TE ALIMENTA |
En el desierto. Las vacaciones pueden ser un bien o un mal.
Nos puede tentar el maligno o, por el contrario, bendecir Dios que habita en el
cielo. No olvides la Eucaristía, una visita a la iglesia, una pequeña obra de
caridad. El verano no puede ser cincelador de becerros de oro.