DIOS... NO GUARDA VACACIONES |
¡Y más vale! Lo necesitamos por cuanto que, en el descanso o
en el trabajo, en el ocio o en deporte, en el mar o en el monte, en el
conflicto o en la paz, en la alegría o en la tristeza, en verano o en
invierno…necesitamos de una mano que nos indique nuestro camino a seguir.